El trabajo se suma así a las evidencias que sugieren que hay una ‘poderosa’ asociación ente los hábitos alimentarios y el rendimiento cognitivo. El estrés oxidativo (incapacidad del organismo para desintoxicarse adecuadamente) se considera clave en el deterioro cognitivo y muchas investigaciones previas sugieren que el patrón de dieta mediterránea puede estar relacionado con una mejor función cognitiva y un menor riesgo de demencia. Sin embargo, los estudios observacionales que han examinado estas asociaciones han presentado ciertas limitaciones.

Debido al aumento en la frecuencia de las enfermedades como el alzhéimer u otros tipos de demencia, asociadas a la avanzada edad de la población, los investigadores se afanan en estrategias sencillas que puedan prevenirlas o bien retrasar su aparición se haya convertido en una prioridad de salud pública. Una de ellas es la dieta.

Ahora, en el estudio realizado por un equipo del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi Sunyer, el Hospital Clínic, de Barcelona, y el CIBERobn, del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, y se han comparado la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos con una dieta control baja en grasas.

En el estudio participaron 447 voluntarios sanos a nivel cognitivo pero con alto riesgo cardiovascular, de ambos sexos y con una edad media de 67 años al inicio, que formaban parte del PREDIMED, un ensayo clínico multicéntrico de intervención nutricional con dieta Mediterránea en que participan 7.447 participantes. A 155 individuos se les asignó una dieta mediterránea suplementada con un litro de aceite de oliva virgen extra a la semana; 147 fueron asignados complementaron la dieta mediterránea con 30 gramos al día de una mezcla de nueces, avellanas y almendras, y 145 individuos siguieron una dieta control baja en grasas.

Antioxidantes

Con un seguimiento de más de 4 años, los investigadores comprobaron que había una mejora de la función cognitiva en los participantes que siguieron la dieta mediterránea suplementada respecto a la dieta control, en la que se constató un deterioro cognitivo, y que esta mejora era independiente de variables como la edad o el sexo. La dieta con frutos secos fue más eficaz para mejorar la memoria, mientras que la de aceite de influyó influenció de forma favorable la cognición frontal (función ejecutiva). «Estos efectos beneficiosos de la dieta mediterránea se deben probablemente a la gran cantidad de agentes antiinflamatorios y antioxidantes que proporciona este tipo de dieta», señala Emili Ros, coordinador del estudio.

Según Ros, los resultados sugieren que en una población de más edad una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva o frutos secos puede contrarrestar el deterioro cognitivo relacionado con la edad. «La falta de tratamientos efectivos para el declive cognitivo y la demencia obliga a buscar estrategias preventivas para retrasar la aparición y/o minimizar sus efectos».

Fuente: diario ABC Salud

http://www.abc.es/salud/noticias/20150511/abci-dieta-mediterranea-aceite-nueces-201505111746.html