Las personas mayores son  más delicadas, debemos tener especial cuidado en su alimentación para que no les influya negativamente. Anabel Aragón, responsable de Salud y Nutrición de Nestlé, da todas las pautas sobre una correcta dieta en los adultos mayores.

¿Las personas mayores requieren de una dieta diferente?

Si un persona mayor se encuentre sana, puede tomar una dieta igual que cualquier persona de menor edad. Sin embargo, debemos respetar principios de una alimentación variada y equilibrada.

«La alimentación para los mayores es esencial a la hora de reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la nutrición.»

Cuando un adulto mayor padece alguna enfermedad como demencia, alzhéimer, problemas cardiovasculares, diabetes u otra enfermedad que requiera de un cuidado más especial, sí que necesitarán una dieta personalizada a sus necesidades con pautas a seguir a través de un médico o nutricionista.

Disfunciones a destacar

En especial hay 2 disfunciones que suelen ser comunes en las personas mayores y de las que, en general, se habla muy poco:

  • Salud oral:  Cuando hablamos de ello, nos referimos a que en esta etapa de la vida es bastante común que se produzca una disminución del flujo de saliva, originando sequedad en la boca. Además es muy frecuente la pérdida de las piezas dentales, por lo que aumenta el uso de las prótesis. Esto disminuye la eficiencia de la masticación y da mayor pereza tomar alimentos más duros porque es mucho más complicado. En España hay un 38% de ancianos que tiene una perdida dental grave; ademas, el 20% tiene una ausencia total de dientes. Esto lo mencionamos porque afecta mucho a los hábitos de alimentación de las personas.
  • La disfagia: Es la dificultad de tragar los alimentos, es un problema mucho más común de lo que creemos. Es recomendable tomar dietas más blandas y uniformes, que sean más fáciles de masticar para que las podamos tragar y, a la vez, tener una buena alimentación. A fin de minimizar el riesgo de atragantamiento.

Dieta aconsejable para personas mayores:

El objetivo de la adecuada alimentación en una persona mayor es: mantener un óptimo estado de salud, que permita cubrir las necesidades nutricionales. Debemos evitar deficiencias, mantener el adecuado peso corporal y retardar la progresión de enfermedades relacionadas con la nutrición.
Las personas mayores necesitan una dieta de alta densidad de nutrientes, lo más variada y equilibrada posible. Alta densidad quiere decir que tienen necesidades energéticas muy específicas: con menos calorías, pero sí que necesitan más vitaminas y minerales, con foco especial en la vitamina B y minerales como el calcio o hierro.
Otra cosa muy importante son las proteínas. Masticar carne, por ejemplo, se les hace mucho más difícil y vemos ancianos que no la comen, con lo que consumen menos proteínas y éstas son imprescindibles para mantener la masa muscular. Para los hidratos de carbono es preferible que elijan cereales integrales y también legumbres,  porque proporcionan más fibra, vitaminas y minerales. Optar por preparaciones simples: asadas, hervidas, en sopa y menos fritos en general.

Recomendación para las proteínas

En proteínas están por un lado los lácteos, conviene consumir leche o yogur; recomendamos que sean semidesnatados porque a estas edades suele haber problemas de colesterol alto o sobrepeso, y se hace con el fin de reducir el número de grasas saturadas. Además, consumir aceite de oliva cada día, ayuda a regular el colesterol.

«Las proteínas son las grandes olvidadas, por ello hay que vigilar que sus comidas sean equilibradas.»

Siguiendo con las proteínas, en cuanto a las carnes, les va muy bien elegir las magras eliminando la grasa visible antes de prepararlas. Deben intentar consumir más pescado, por lo menos 3 veces por semana.
Y por último hay que tener mucho cuidado con el consumo de sal, que normalmente acompaña a las carnes. Lo ideal es que sea baja o moderada con el fin de conseguir una presión arterial normal.

La hidratación

Es muy importante en esta etapa porque la sensación de sed disminuye. No hay una hidratación diferente, pero hay que prestarle más atención, porque no suelen ser conscientes. Hay que recordarles que deben beber 1,5 litros de agua bebida al día.
Deben intentar compensar con alimentos con mucho aporte de agua como frutas y verduras. Reducir el consumo de bebidas alcohólicas o bebidas como café y té, porque son excitantes y a estas edades suele haber problemas con el sueño.

¿Pérdidas sensoriales?

El gusto, la vista, el olfato, el oído y el tacto van disminuyendo paulatinamente, en mayor o menor grado, según la persona, el estilo de vida que han llevado, las enfermedades que tengan o los medicamentos que utilicen.En lo referente al gusto y el olfato, afectan a la percepción de los sabores y en algunos casos puede producir una disminución del apetito.
Se aconseja preparar comidas muy variadas, atractivas, combinando colores y olores, utilizando hiervas aromáticas distintas, así como vigilar la temperatura. En el caso de que haya algún problema de salud más complicado, sería adecuado que esa persona coma acompañado de la familia o de un cuidador.
Fuente: EFE Saludviej
H.Fernández/R.Gallardo
Fotografía: EFE/Kai Försterling
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