Una de las etapas de mayor aprendizaje en el desarrollo de toda persona es la niñez, ya que aspectos como la personalidad, inteligencia y comportamiento, comienzan a evidenciarse en estos primeros años. El texto “La mente del niño: Cómo se forma y cómo hay que educarla”, menciona que es recomendable iniciar con el aprendizaje de niños y niñas tempranamente ya que a partir de las experiencias, los menores maduran su sistema nervioso en un 25%.

Es por esto que no sólo debemos compartir con los niños para el desarrollo de destrezas físicas y mentales sino también, aprovechar su crecimiento y fomentar en ellos estilos de vida más saludables donde una porción de fruta o vegetales no se vuelva algo aburrido en su merienda y el ejercicio físico se integre entre tanta tecnología que ahora prevalece.

La mejor enseñanza es el ejemplo, hay un factor de imitación en los niños muy importante con respecto a la alimentación. Lo que vean en sus padres es más probable que lo repitan por lo que si complementamos nuestros platos con ensalada, practicamos ejercicio físico y tenemos una sana relación con la comida, nuestros niños pueden aprender  de nuestro comportamiento.

Abarcaremos tres situaciones comunes donde podemos aplicar algunas ideas para conversar con nuestros niños sobre nutrición:

  • Caso #1: El hogar

Las conductas que se ven y desarrollan en el hogar son las que las personas trasmiten a su exterior ya que son parte de su día a día. Nuestros hijos deben aprender sobre alimentación y actividad física junto con la familia y serán prácticas que continuará aplicando diariamente.

Cuando hablamos de actividad física podemos compartir con ellos de tardes de fútbol, caminatas por el lugar de residencia, clases de natación o disfrutar en las zonas verdes. Practicar al menos 20 minutos de ejercicio diario llenará de energía al menor y además evitará que inicie con el sedentarismo, uno de los principales problemas que conllevan a la obesidad.

Científicos de la Universidad de Stanford revelaron que los niños por su curiosidad natural, desean entender el por qué y cómo de las cosas y en una investigación desarrollada con menores entre cuatro y cinco años, descubrieron que cuando el menor lee un libro sobre nutrición; muestra mayor afinidad para entender la importancia de alimentos como vegetales y su aporte a las funciones del cuerpo.

Hay muchos libros ilustrativos que fomentan este aprendizaje en los menores y en tiempos libres, podemos disfrutarlos con ellos coloreando, realizando trazos, entre otros.

Por último, al compartir platillos en familia podemos explicarles la importancia de comer carnes, legumbres, frutas, lácteos, para el fortalecimiento de los huesos que le ayudará a crecer o para tener energía para jugar y estudiar durante el día.

  • Caso #2: La escuela

Para muchos padres se convierte en un reto preparar las meriendas que acompañan a sus hijos a la escuela ya que muchos pueden llegar a casa con sus alimentos completos porque no le gustaron, no son sus favoritos u otros niños llevaban comidas más atractivas como galletas, golosinas, snacks, bebidas preparadas, entre otros.

Si bien la alimentación es mantener un equilibrio entre porciones y grupos de alimentos, también debemos enseñar al menor que una fruta le ayudará en su crecimiento por ser fuente de carbohidratos, minerales, agua y fibra. Pero, ¿cómo hacemos para que los niños nos entiendan? Con una mezcla entre salud y diversión. Además podemos integrar colores, texturas y formas que inviten al niño a ingerir su merienda, por ejemplo, utilizar los moldes para hacer galletas y darle forma a los emparedados o frutas y así variar la apariencia de estos alimentos.

  • Caso #3: Actividades fuera del hogar

Ir al supermercado o cenar fuera de casa, son dos de las actividades comunes que se frecuentan realizar. Por ejemplo, cuando vamos al supermercado a comprar el diario del hogar, incluyamos a nuestros hijos en las decisiones que tomamos ya que es muy importante también; conocer sus gustos y de ellos.

Lo más importante al conversar con nuestros hijos debe ser el no inculcar pensamientos sobre si un alimento es bueno o malo sino enseñarles que el balance la variedad son importantes y que no hay alimentos dañinos simplemente algunos que nos aportan más nutrientes que otros por los cuales deben estar en mayor cantidad en nuestra dieta.

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