Los arándanos son bayas muy solicitadas por su sabor dulce y sus beneficios comprobados para la salud.
Este fruto exquisito puede ser de color rojo (arándano agrio o cranberry) o azul (dulce o blueberry) y mide aproximadamente unos 6 mm de diámetro.
Los arándanos crecen en un pequeño arbusto, de 25 a 50 centímetros, que se encuentra en zonas silvestres, en terreno húmedos.
Es una fruta muy apreciada en Estados Unidos y el norte de Europa, donde su consumo es tradicional. Los nativos norteamericanos fueron los primeros en aprovechar sus beneficios naturales. Sin embargo, en Europa no se conocen como fruta hasta el siglo XIX.

«Casi un 88% de su composición es agua y son considerados una buena fuente de fibra.»

Se recolectan en los meses de verano, cuando alcanzan un grado de dulzura adecuado, para ello tienen que tener un color brillante y una maduración adecuada. Deben secarse al sol y conservarse en un recipiente cerrado, seco y hermético.
Se puede consumir como fruto de mesa, crudos, aunque su uso principal es la elaboración de productos derivados, como confituras, mermeladas, purés, compotas, jaleas y zumos. Además, constituyen un magnífico relleno para tartas y pasteles.
Los arándanos se cuecen lentamente con abundante azúcar y un poco de agua hasta que exploten las pieles. El jugo de su pulpa se utiliza en la preparación de salsas de cocina o como guarnición de carnes.
Se caracterizan por su bajo valor calórico (35-56 Kcal por cada 100 g) y su escaso aporte de hidratos de carbono. No contienen colesterol ni grasa.
Casi un 88% de su composición es agua y son considerados una buena fuente de fibra. También presentan en su composición una alta concentración de sustancias antioxidantes (son especialmente ricos en vitamina C). Según investigaciones científicas, esta fruta contiene una gran cantidad de propiedades nutritivas para el cuerpo humano.
Buena prueba de sus beneficios para la salud es su uso en la medicina tradicional desde la Antigüedad ya que poseen propiedades hipoglucémicas, antibacterianas, antiinflamatorias y astringentes, entre otras. Mejoran la circulación sangúinea y se utilizan para problemas del aparato digestivo.
 

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