La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luis Carcedo, ha anunciado  la implantación en alimentos y bebidas de un logotipo de cinco colores, para facilitar al ciudadano información precisa sobre la calidad nutricional del producto.
Este código, conocido como Nutriscore y que sigue las recomendaciones de las sociedades científicas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros países de la Unión Europea (UE), se está aplicando ya en Francia desde hace seis meses y está pendiente de introducirse en Bélgica y Portugal.
En España, según señala Carcedo, también se empezará a ver en los supermercados en breve. La medida será obligatoria dentro de un año, el plazo en que estará aprobado el real decreto.

«Francia ya ha aplicado el modelo Nutriscore hace seis meses y está pendiente de introducirse en Bélgica y Portugal.»

El código de cinco colores consiste en un gráfico con coloración gradual del verde al rojo en cinco niveles al estilo de un semáforo. Cada producto destacará el color que le corresponda en función de su azúcar, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas, de tal forma que los verdes identificarán los productos más saludables y los rojos los de menor calidad nutricional.
Como explica la ministra, la información del nuevo etiquetado permitirá a la ciudadanía «comparar productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable».

El anuncio de cinco multinacionales

Este anuncio viene una semana después de que cinco de las grandes multinacionales de la alimentación hicieran público su propio ‘semáforo nutricional’. Una medida muy distinta de la iniciativa del Ministerio de Sanidad. De hecho, la medida adoptada por las cinco multinacionales ha recibido críticas de nutricionistas, asociaciones de consumidores y otras empresas. «Su sistema puede despistar, entre otras cuestiones porque no hacen los cálculos basándose en los 100 gramos que se considera una ración», explica Miguel Ángel Lurueña, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos. Además, «no hacen un cómputo global evaluando todos los nutrientes (grasas trans, sal, azúcares, proteínas, fibra, etc.) ni tienen en cuenta las características concretas de los alimentos».

Límites en publicidad

Carcedo ha avanzado también que se limitará la publicidad de los alimentos poco saludables dirigida a menores de 15 años mediante una reforma del código PAOS de autorregulación de publicidad con la intención de que las empresas se adhieran de forma voluntaria y, en el caso de que no lo hagan, el Ministerio estudiará la adopción de otras medidas de control. «Existe evidencia de que la publicidad influye en las preferencias, compras y en los comportamientos de niños, niñas y adolescentes respecto a los alimentos y bebidas».

«La información del nuevo etiquetado permitirá a la ciudadanía comparar productos semejantes para elegir la opción más saludable.»

Estos anuncios se han hecho públicos durante la entrega de los XI Premios Estrategia Naos (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) , en un acto en el que, además, ha señalado que se instaurarán también medidas en colegios e institutos para impedir la venta de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar, ácidos grasos saturados y trans, sal y calorías.
Este tipo de medidas se tomarán en coordinación y colaboración con otros departamentos y las comunidades autónomas, buscando las máximas sinergias posibles. «Es necesario que las Administraciones Sanitarias, los hospitales y centros de salud y los espacios públicos de todo tipo se conviertan en centros promotores de salud y sean ejemplares en la oferta de productos en sus instalaciones», ha indicado la ministra.
En este sentido, los contratos de adjudicación a proveedores, servicios de catering, cantinas y máquinas de vending deberán tener criterios de calidad nutricional además de los relacionados con la seguridad.
Laura Tardón
Fuente: diario «El Mundo»
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