Durante los últimos años han aumentado de manera importante los índices de obesidad infantil y, a consecuencia, la presencia en niños de algunas enfermedades tradicionalmente consideradas de adultos, como la diabetes tipo 2 o el hígado graso no alcohólico. Es por ello que muchos gobiernos empiezan a buscar la manera de reducir estos índices. Poco a poco se han ido planteando medidas como cambiar los etiquetados de manera que den una información nutricional más honesta y clara o aumentar los impuestos a alimentos azucarados.

Precisamente, en este sentido, un nuevo estudio, publicado en la revista PLOS Medicine, encontraron que la limitación de anuncios de alimentos y bebidas altas en grasas, azúcar añadido y sal podría contribuir a reducir los índices de obesidad infantil.

«Durante los últimos años han aumentado de manera importante los índices de obesidad infantil y, a consecuencia, la presencia en niños de algunas enfermedades tradicionalmente consideradas de adultos.»

Este estudio se centra, concretamente, en el plan de Reino Unido para limitar este tipo de anuncios entre 5:30 am y las 9 pm. Realizaron este estudio llevando a cabo modelos estadísticos paramétricos. Lo que encontraron fue que alrededor de 3,7 millones de niños verían 1,5 anuncios menos al día. Pero el impacto en el peso sería todavía más importante: se reduciría en un 4,6% el número de niños de entre 5 a 17 años con obesidad y en 3,6% los niños con sobrepeso.

En datos concretos esto significaría unos 40.000 niños menos con obesidad en Reino Unido y 120.000 menos con sobrepeso. Además, económicamente también supondría un beneficio: en concreto, 7,4 billones de libras en ganancias para Reino Unido.

Así es la regulación de anuncios de alimentos dirigidos a menores que se pretende implantar en España

Coincidiendo en el tiempo, hace tan solo unos días se anunció que el Ministerio de Consumo del Gobierno de España planteaba prohibir los anuncios de alimentos nos saludables dirigidos a menores de 15 años dentro del marco de la Estrategia NAOS que se creó en 2005 para disminuir la prevalencia de obesidad y sobrepeso y sus consecuencias. Esta medida se implantaría en 2021. Entre otras cosas, se prohibirá la participación de personas famosas y personajes animados en estos anuncios y se vigilará especialmente el horario infantil.

Para poder iniciar esta medida, una de las claves es implantar primero el etiquetado Nutri-Score por medio del cual se valorará si un alimento es saludable o no y a partir de ella se reformará el Código PAOS (el sistema de autocontrol para regular la publicidad de alimentos dirigidos a menores). De esta manera se espera que solo estén permitidos los anuncios de alimentos que tengan los códigos A o B.

Cómo funciona el Nutri-Score

Si la regulación de anuncios llegara, finalmente a implementarse – en 2018 también se planteó pero no se llevó a cabo – la implantación del etiquetado Nutri-Score sería clave. Sin embargo, este tipo de clasificación alimentaria levanta algunas dudas y para muchos nutricionistas cuenta con debilidades importantes.

Básicamente, este tipo de etiquetado funciona con un código de cinco colores, cada uno de ellos acompañado por una letra (A, B, C, D y E). La A en verde sería el tipo de alimento más saludable y la E en rojo el tipo de alimento menos saludable. Para decidir en qué código entra cada alimento se usa un algoritmo teniendo en cuenta la presencia de calorías, azúcares simples, proteínas, grasas saturadas, sodio, fibra, porcentaje de frutas y verduras por 100 gramos de producto.

«Algunos nutricionistas señalan que este sistema de etiquetado puede permitir a las empresas de ultraprocesados enmascarar alimentos no tan saludables.»

Se otorgan puntos negativos a los nutrientes como las grasas o los azúcares y positivos a otros como la fruta, verduras o proteínas. De primeras suena bien y puede ser una manera de facilitar la elección de alimentos saludables a los compradores. Sin embargo, algunos nutricionistas señalan que este sistema de etiquetado puede permitir a las empresas de ultraprocesados enmascarar alimentos no tan saludables. Bastaría con que añadieran más nutrientes del segundo tipo de manera que se disimulen los primeros tal y como explicaba el nutricionista Juan Revenga hace unos meses.

Y es que según este sistema de etiquetado, algunos alimentos como los cereales de desayuno o los refrescos cero o light obtienen una buena puntuación, a pesar de que sabemos que no son las opciones más saludables. Esto quiere decir que con el uso de este etiquetado se pueden colar algunos alimentos no tan saludables en los anuncios para menores de 15 años.

La última palabra la tendría el Gobierno

Algo importante a valorar es que la implantación de este etiquetado será voluntario para las empresas, por lo que no están obligados a hacer uso de él. Sin embargo, si la regulación de los anuncios se llevara a cabo, el Gobierno tendrá la clasificación de todos los alimentos, aunque no usen el etiquetado.

«En cualquier caso, esta medida es un primer paso significativo para la reducción de los índices de obesidad en niños.»

Por otro lado, debemos tener en cuenta que ya existían regulaciones sobre los anuncios de comida poco saludable para menores de 12 años, incluidas en el Código PAOS y que la industria no ha estado cumpliendo. En este caso, la regulación de estas limitaciones tiene que ser acordada de manera voluntaria por las empresas alimentarias con el Gobierno. En cualquier caso, la Ley de Seguridad Alimentaria establece que si no llegan a un acuerdo, será el Gobierno quien establezca las normas que regulen los anuncios.

En definitiva, aunque la limitación de anuncios alimentarios dirigidos a menores puede ser efectivo, habrá que ver cómo funciona el plan del Ministerio de Consumo español si finalmente se implanta. En cualquier caso, es un primer paso significativo para la reducción de los índices de obesidad en niños.

Iria Reguera

 

Fuente: Vitónica

https://www.vitonica.com/alimentos