Una de las preocupaciones de los profesionales de la salud y la nutrición en EE.UU. es que, en los últimos años, ha aumentado considerablemente el consumo de snacks o meriendas muy calóricas. Las últimas Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición en el país constatan que el 97% de los estadounidenses consumen al menos un “snack” al día, entendiendo el snack como la ingestión de algún alimento o aperitivo entre comidas principales sin considerar la fruta. Además el 40% dicen consumir tres o cuatro snaks al día.

Por ello, la sociedad científica ha vuelto su mirada a alternativas saludables que puedan sustituir a las meriendas calóricas ricas en grasas como son los sándwiches con salsas, que parece ser lo más común para estos picoteos. A este respecto, las almendras y otros frutos secos como las avellanas, podrían ser una alternativa saludable para tomar entre horas.

En esta reunión anual, la Dra. Carol O’Neil de la Universidad Estatal de Luisiana presentó una comunicación sobre un estudio que englobó datos de más de 24.808 adultos de ambos sexos recogidos durante 10 años (2000-2010) en las Encuestas Nacionaldes de Salud y Nutrición (NHANES). A estas personas se les realizó una encuesta de recuerdo 24h y del total, sólo 395 personas reportaron consumir almendras en esas 24h. Según las conclusiones de su estudio, aún no publicado en forma de artículo, apuntan a que las personas que consumieron almendras, tenían una mejor calidad de la dieta y menor prevalencia de enfermedades de tipo metabólico (diabetes, hipertensión, etc.).

Otros trabajos presentados en esta reunión han sido realizados con muestras más modestas pero formadas por personas predispuestas o con alguna enfermedad metabólica. Estos también han llegado a la conclusión de que puede ser muy beneficioso el consumo de almendras:

Otro trabajo presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición por el Dr. Richard Mattes de la Universidad Purdue (Illinois, EE.UU.), analizaron los efectos del consumo de 250 Kcal de almendras durante un mes en 137 personas en riesgo de padecer diabetes tipo II. Sus resultados demostraron que, aparte de no aumentar de peso, esta modificación alimentaria les ayudó a mantener estable los niveles de glucosa post-prandial y les redujo la sensación de apetito entre horas. Además de esto, estas personas aumentaron sus niveles de vitamina E, grasa monoinsaturada. Este trabajo ha sido publicado en Abril en la revista “The FASEB Journal”.

La Dra. Penny Kris-Etherton de la Universidad Estatal de Pennsylvania, compartió los resultados de un nuevo estudio clínico aleatorizado en el que se comparaban los efectos de consumir meriendas del mismo contenido calórico, una basada en 1.5 onzas de almendras (aproximadamente 45g) y otra alta en carbohidratos. La muestra constó de 52 adultos con colesterol LDL elevado según sus analíticas y el estudio duró 6 semanas. Ninguno de los dos grupos mostró diferencias de peso antes y después del estudio aunque los consumidores de almendras sí redujeron la masa grasa abdominal de forma significativa respecto al otro grupo. Los autores defienden que, pese a la brevedad del estudio, los resultados son muy prometedores a la hora de controlar uno de los principales factores de riesgo cardiovascular como es el acúmulo adiposo visceral. Creen que debería recomendarse el consumo diario de almendras a todos los pacientes en riesgo coronario.

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