La mantequilla de Soria es un producto lácteo emblemático de la gastronomía castellana y, al mismo tiempo, distintivo de esta provincia.

Con una gran tradición e historia, su origen se sitúa en el valle de Tera, en la parte norte de la provincia de Soria. Esta zona se caracteriza por sus abundantes y ricos pastos y, por supuesto, por su cabaña de vacas de raza frisona o pardo-alpina.

Desde hace mucho tiempo, los pastores de cada granja obtenían la mantequilla con un característico método de elaboración. Dejaban reposar la leche y extraían la nata por separación del suero. Una vez fermentada, la batían en unos recipientes de madera especiales, manzaderos, y, posteriormente, amasaban el producto hasta obtener un rollo de deliciosa mantequilla.

Su textura es esponjosa, como una crema que se puede moldear y su sabor delicioso. Se distinguen tres tipos: natural, salada y dulce.

Es un alimento muy versátil: se emplea sobre todo en la repostería, pero también en la elaboración de carnes, pescados …

Es un producto de excelente calidad que cuenta con Denominación de Origen Protegida gracias al esfuerzo de ganaderos y empresas de la zona.

 

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