El salmón es un alimento de una calidad excepcional. Es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, esenciales para mantener la salud del corazón. Es rico en proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas. Es saciante (ayudando así a perder peso), contribuye a una piel más sana y tiene propiedades antiinflamatorias. Y, además, es muy sencillo cocinarlo para disfrutar de un plato delicioso en pocos minutos.

 

Ingredientes
Filetes de salmón con piel
Aceite de oliva (o mantequilla)
Sal y pimienta al gusto
Agua
Limón y hierbas para sazonar (opcional)

 

Secar los filetes de salmón con papel toalla para eliminar la humedad extra. Esto ayudará a conseguir una piel más crujiente. Sazonar ambos lados con sal y pimienta al gusto.

 

Calentar una sartén a fuego medio-alto y añadir un poco de aceite de oliva o mantequilla. Esperar hasta que esté bien caliente.

 

Colocar los filetes de salmón con la piel hacia abajo en la sartén. Cocinar sin moverlos durante unos 4-5 minutos, hasta que la piel esté bien crujiente. La idea es que el calor se concentre en la piel, sellando los jugos dentro del filete.

 

Una vez que la piel esté crujiente, reducir el fuego a medio-bajo y añadir un poco de agua o caldo a la sartén, solo lo suficiente para generar vapor (aproximadamente dos o tres cucharadas). Inmediatamente tapa la sartén para atrapar el vapor.

 

Dejar cocinar el salmón tapado durante unos 3-6 minutos más, dependiendo del grosor de los filetes y de la preferencia de cocción. El vapor cocinará suavemente la parte superior del salmón, haciéndolo tierno y jugoso por dentro.

 

Una vez cocinado al gusto, retirar el salmón de la sartén y servir inmediatamente. Se puede exprimir un poco de limón fresco encima y decorar con unas hierbas para añadir sabor y frescura.

 

Es importante no excederse con la cantidad de agua y utilizar un fuego bajo o medio bajo durante el proceso de la cocción con vapor.

 

© Cuídate y come sano, GB Corporación 2024 Aviso Legal