Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza, cuyos investigadores alertan también de que las meriendas de los niños españoles son de «baja calidad nutricional».

Los niños españoles deberían incrementar el número de productos que consumen en cada merienda y su frecuencia a fin de complementar su nutrición e incluir opciones saludables. Así lo revela el estudio sobre la frecuencia y calidad de la merienda en los niños españoles realizado por la Universidad de Zaragoza y que ha contado con el apoyo del catedrático en Metodología de Investigación en la Universidad de Zaragoza, Luis Moreno. La investigación describe los hábitos de consumo de la merienda entre los niños españoles y ha contado con la participación de 2.851 niños de entre 3 y 12 años.

El estudio pone de manifiesto que las meriendas de los niños españoles son de baja calidad nutricional. El 44% de las meriendas que se realizan sólo contiene un alimento, mientras que el 46,5% contiene dos, siendo prácticamente inexistentes las meriendas que combinan los tres tipos de alimentos recomendados. El bocadillo es la merienda más popular entre los niños españoles (49,5% en los más pequeños y 59,7% en los mayores), mientras que al 34% de los niños admite consumir bollería al menos una vez por semana. Las combinaciones más comunes son la leche (con o sin cacao) con galletas y el bocadillo con zumo y únicamente el 7,3% de las meriendas se componen de yogur, fruta y cereales.

«Teniendo en cuenta que la merienda debería aportar un 10% de la ingesta energética diaria, consumir tan solo un alimento es insuficiente.»

Según Cristina Julián, investigadora post-doctoral del equipo de investigación del doctor Luis Moreno, «teniendo en cuenta que la merienda debería aportar un 10% de la ingesta energética diaria, consumir tan solo un alimento es insuficiente. Añadir fruta, yogur y cereales en las meriendas ayuda a alcanzar un aporte energético más adecuado, a la vez que mejora la ingesta de nutrientes fundamentales como el calcio o las vitaminas».
En este sentido, el estudio confirma que solo el 16,5% de los niños de entre 3 a 6 años merienda cada día. Según las recomendaciones de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), la merienda supone una comida importante y debería representar el 10% de la ingesta energética diaria de un niño. Por ese motivo, Luis Moreno argumenta que «es importante que los niños merienden diariamente para satisfacer sus necesidades energéticas. Además, para obtener meriendas de óptima calidad nutricional se deberían combinar tres tipos de alimentos: lácteos, frutas naturales y cereales. Las combinaciones de alimentos resultan una ayuda para alcanzar el aporte energético adecuado (el 10% del total diario en el caso de la merienda) y para mejorar la ingesta de nutrientes como vitaminas o calcio», subraya el experto.
Otra de las conclusiones que se desprende del estudio es que la calidad y la frecuencia de la merienda disminuyen con la edad. Los niños más pequeños (3 a 6 años) meriendan en un 84,4% de los casos frente al 78,3% de los niños de 7 a 12 años.

«Para obtener meriendas de óptima calidad nutricional se deberían combinar tres tipos de alimentos: lácteos, frutas naturales y cereales.»

En este sentido, la doctora Julián apunta que «es clave establecer buenos patrones alimentarios desde pequeños para que los niños interioricen los hábitos. La merienda debe ser promocionada a fin de evitar hábitos inadecuados como comer entre horas en edades mayores, así como ayudar a los niños a escoger opciones saludables. Los buenos hábitos a la hora de la merienda pueden actuar como facilitadores para compensar y ajustar la energía y nutrientes necesarios sobre todo en los niños, y establecer así un hábito saludable como es merendar. Teniendo en cuenta la elevada prevalencia del sobrepeso y la obesidad en España, este es un aspecto de notable importancia».
De acuerdo con los datos del Estudio ALADINO 2015, en España el 41,3% de los niños de 6 a 9 años presentan sobrepeso u obesidad.
Para facilitar la tarea de los padres de planificar meriendas saludables y apetecibles para sus hijos, el doctor Moreno aporta las siguientes recomendaciones:

  • Variar el contenido de las meriendas, no sólo para que sean más nutritivos para los niños, sino más apetecibles. «Darles variedad de sabores, colores y texturas hará que no se aburran de comer siempre lo mismo», asegura.
  • La combinación de alimentos en la merienda resulta también, a juicio de este experto, «imprescindible». Por ese motivo, combinaciones como una fruta y un yogur pueden ser «una buena opción nutricionalmente completa y fácil de transportar y comer», dos elementos esenciales en una merienda para niños.

 
Fuente: diario «Heraldo»
http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/salud/2017/09/20/las-meriendas-los-ninos-espanoles-son-baja-calidad-nutricional-1197594-1381024.html