Aunque siempre hemos asociado las legumbres con un plato de cuchara que se toma bien caliente, también pueden formar parte de nuestro menú en los meses de más calor como ingrediente en sabrosas ensaladas.
Tal como aconseja la Organización Mundial de la Salud, OMS, la ingesta de legumbres es recomendable al menos dos o tres veces a la semana, como fuente de vitaminas y proteínas vegetales (entre 19 y 25 g de proteína por cada 100 g) y parte de una dieta equilibrada y saludable.
Así, la ONU las ha declarado el año 2016 Año Internacional de las Legumbres con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de este alimento.
Las ensaladas de legumbres son una refrescante alternativa para los meses de calor. Además, con ellas conseguiremos una mayor variedad en nuestros menús veraniegos, aportando los múltiples beneficios de las leguminosas.

«Las ensaladas de legumbres son platos completos, nutritivos, saludables y económicos, con un alto contenido en fibra y gran aporte de vitaminas y minerales. Son idóneas para el verano ya que son alimentos saciantes con una baja densidad calórica.»

Hay innumerables combinaciones para elaborar platos fríos o templados con legumbres (garbanzos, alubias, lentejas). Una vez se cuecen, se dejan enfriar, se mezclan con otros ingredientes y se aliñan. Se complementan bien con cualquier otra verdura: maíz, tomate, lechuga, pepino, aceitunas… Además, a los beneficios de las legumbres se añade las ventajas de comer las verduras crudas que mantienen todas las propiedades y son una fuente de agua y fibra. Otra opciones que compaginan bien las son lentejas con arroz, los garbanzos con espinacas, las alubias con judías verdes…
Son platos completos, nutritivos, saludables y económicos. Hay que destacar su alto contenido en fibra y el gran aporte de vitaminas y minerales. Son idóneos para el verano ya que son alimentos saciantes con una baja densidad calórica.
Para el doctor Joan Quiles, especialista en nutrición comunitaria y miembro de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), una manera de incluir legumbres en la dieta cuando llega el calor es reinterpretar la manera de cocinarlas: ensaladas, con arroz…
Aunque siempre hemos asociado las legumbres con un plato de cuchara que se toma bien caliente, también pueden formar parte de nuestro menú en los meses de más calor como ingrediente en sabrosas ensaladas.
Tal como aconseja la Organización Mundial de la Salud, OMS, la ingesta de legumbres es recomendable al menos dos o tres veces a la semana, como fuente de vitaminas y proteínas vegetales (entre 19 y 25 g de proteína por cada 100 g) y parte de una dieta equilibrada y saludable.
Así, la ONU las ha declarado el año 2016 Año Internacional de las Legumbres con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre las ventajas nutricionales de este alimento.
Las ensaladas de legumbres son una refrescante alternativa para los meses de calor. Además, con ellas conseguiremos una mayor variedad en nuestros menús veraniegos, aportando los múltiples beneficios de las leguminosas.

«Las ensaladas de legumbres son platos completos, nutritivos, saludables y económicos, con un alto contenido en fibra y gran aporte de vitaminas y minerales. Son idóneas para el verano ya que son alimentos saciantes con una baja densidad calórica.»

Hay innumerables combinaciones para elaborar platos fríos o templados con legumbres (garbanzos, alubias, lentejas). Una vez se cuecen, se dejan enfriar, se mezclan con otros ingredientes y se aliñan. Se complementan bien con cualquier otra verdura: maíz, tomate, lechuga, pepino, aceitunas… Además, a los beneficios de las legumbres se añade las ventajas de comer las verduras crudas que mantienen todas las propiedades y son una fuente de agua y fibra. Otra opciones que compaginan bien las son lentejas con arroz, los garbanzos con espinacas, las alubias con judías verdes…
Son platos completos, nutritivos, saludables y económicos. Hay que destacar su alto contenido en fibra y el gran aporte de vitaminas y minerales. Son idóneos para el verano ya que son alimentos saciantes con una baja densidad calórica.
Para el doctor Joan Quiles, especialista en nutrición comunitaria y miembro de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), una manera de incluir legumbres en la dieta cuando llega el calor es reinterpretar la manera de cocinarlas: ensaladas, con arroz…
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