Entrevista a Julio Basulto, dietista-nutricionista
Julio cuenta con tres libros publicados, fundó el GREP-AEDN , fue editor de la Revista Española de NHyD, es colaborador habitual de varios medios de comunicación, es docente en varios cursos universtiarios y sobre todo (como él suele añadir) está felizmente casado y es padre de tres niñas.
Ante todo, muchas gracias Julio por prestarte a colaborar y sacar un rato a pesar del ajetreo de tu día a día.
Personalmente me hace muchísima ilusión poder ofreceros esta entrevista porque siento por Julio una gran admiración profesional y me gusta mucho su manera de explicarse y cómo consigue que un concepto enrevesado se convierta en algo fácil y asequible incluso para aquellos que no tienen ni idea de temas nutricionales. Se le nota la pasión que pone en su trabajo y la transmite como nadie.
Pregunta: Desde el GREP-AEDN se ha hecho un gran trabajo intentando traducir la evidencia científica disponible en documentos de posicionamiento sobre temas controvertidos que nos sirven de guía a otros profesionales y compañeros, así como manteniéndonos al día de las últimas publicaciones de interés para el gremio, entre otras muchas actividades que se pueden ver aquí y que son de suma importancia para nuestro sector. Parece desde fuera un trabajo minucioso que exige una gran dedicación, sin embargo creo que es bastante desconocido por la población general (e incluso me atrevería a decir por muchos compañeros) y quien mejor que tú para solucionarlo ¿quieres hablarnos del GREP-AEDN y de la importancia de su trabajo a la hora de sentar las bases científicas de la nutrición en España?
Respuesta: Respondo encantado, Lucía, pero antes permíteme que te agradezca tu genial presentación, oye, me dejas boquiabierto. Mil gracias, de corazón. En cuanto al trabajo del GREP-AEDN, pues ha sido cuestión de dedicarle años y ganas, además de practicar el método ensayo-error. Pero sobre todo ha sido posible gracias al apoyo, desde la Asociación Española de Dietitstas-Nutricionistas, de muchas personas. La pretensión nunca fue sentar las bases de la ciencia de la nutrición en España, eso seguro. Solo queríamos aportar nuestro granito de arena a dicha ciencia. En cualquier caso, tal y como se informará en breve a los socios, en agosto de este año decidí dejar mi labor en el GREP-AEDN.
P: Tú formaste parte del Comité de Redacción del documento de Consenso FESNAD-SEEDO «Recomendaciones nutricinales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos» siendo, si no me equivoco, el único D-N de ese grupo. ¿Porqué existiendo una publicación de ese nivel al alcance de cualquier profesional de la salud se siguen recomendando en consultas médicas de este país cosas como quitar el pan para perder peso o lo que es más grave, pautando dietas tipo Dukan o Pronokal? ¿No interesa? ¿No se difunde? ¿No es rentable el tratamiento de la obesidad basado en evidencia?
R: Pues yo creo que es la excepción y no la norma, Lucía. La mayoría de profesionales sanitarios trabajan bien, en una labor silenciosa que la población no ve. Los charlatanes o los que buscan enriquecerse a costa del desconocimiento o de la vulnerabilidad de la población, hacen mucho ruido, pero, en mi opinión, son minoría. Sabemos, por ejemplo, cuánta gente se ha comprado el libro de Dukan, pero no sabemos cuánta gente lo ha dejado después de la primera página pensando “menuda cantitad de majaderías”. Sea como fuere, una de las tareas importantísimas que va a permitir frenar el intrusismo y la mala praxis son los colegios profesionales de dietistas-nutricionistas, como sabes.
P: Como futura D-N, me preocupa el estado de nuestra profesión en España. La sanidad pública prácticamente no tiene dietistas en hospital y en atención primaria la figura brilla por su ausencia ¿Cómo valoras esta situación? ¿Crees que las generaciones de dietistas que subimos detrás de ti tendremos oportunidad de desarrollar nuestro trabajo dónde más se nos necesita?
R: No me cabe duda de que llegará dicha oportunidad. Hay un trabajo de años y años de tantas personas inteligentes y capacitadas en el pasado y en el presente (por no hablar de las que trabajarán en un futuro, como tú misma) que es imposible que esta situación no acabe bien.
P: En ese sentido ¿qué consejo nos darías a los dietistas más jóvenes a la hora de hacer valer nuestra profesión?
R: Pues no sé si soy muy bueno dando esta clase de consejos, pero en fin, allá voy: yo creo (insisto, es una opinión no muy fundamentada, tan válida como la de cualquier otro) que el trabajo bien hecho, sea cual sea, abre puertas que incluso no vemos con nuestro ángulo de visión. Hoy mismo me ha llamado “Documentos TV” para hacerme una entrevista y al preguntarles cómo han sabido de mí han dicho que han indagado sobre dietas milagro, han ido a parar a mi nombre, luego han investigado por su cuenta, y (esto es importante) no han visto nada de mí que no les haya gustado. Quizá el consejo sería mejor enfocarlo al revés: no hacer las cosas mal. Seguro que es más importante que hacerlas bien.
P: Has publicado ya tres libros. Los dos primeros, «No más dieta» y «Secretos de la gente sana» (junto a la periodista Mª José Mateo) trataban de desmitificar aseveraciones comunes relacionadas con la nutrición y proponer las bases para un estilo de vida saludable siempre desde el punto de vista de la mejor evidencia científica disponible ¿Crees que la poca contundencia por parte de las instituciones competentes en la lucha contra las dietas, productos y prácticas fraudulentos tiene que ver con la proliferación de creencias irracionales en temas de nutrición?
R: Yo creo que las instituciones competentes sí intentan ser contundentes en la lucha contra las dietas milagro y demás timos nutricionales. El por qué proliferan con tanta alegría las dietas milagro es difícil de preveer, aplacar y no digamos prohibir. Seguro que un legislador lo explicaría mejor que yo, pero coincidirás conmigo en que si, por ejemplo, se prohíbe la venta del libro de Dukan, el señor aparecerá en los medios al día siguiente a la altura de Galileo Galilei: un sabio perseguido por instituciones arcaicas y obsoletas. Así que sacaría un libro al mes siguiente, con éxito editorial garantizado. En cuanto a los productos fraudulentos, hoy por hoy el tema está fatal (hoy mismo casi me da un infarto al ver en la farmacia un complemento de “extracto de mango africano” que insinúa que puede hacer adelgazar hasta a una ballena), como constatamos en nuestro documento sobre el tema (http://www.grep-aedn.es/documentos/dietas_milagro.pdf). Pero hay esperanzas: puede que en unos añitos la legislación haya conseguido poner freno a los desmanes (https://twitter.com/GREP_AEDN/status/380701882232340481).
P: Tu último libro, Se me hace bola, cambia de tercio y está dedicado a la alimentación infantil, desde un punto de vista mucho más optimista (diría yo) además de notablemente más bien fundamentado que la inmensa mayoría de libros de esta temática que podemos encontrar en cualquier librería ¿Cómo ves la espectacular escalada de la obesidad infantil en el mundo desarrollado en general y en España en particular? ¿Qué podemos hacer, desde abajo, para luchar contra ello que sirva realmente de algo?
R: Muchas gracias por tus palabras en cuanto a mi libro, y gracias de nuevo por tu genial reseña, por cierto (http://goo.gl/C45dFB). Me preguntas qué podemos hacer “desde abajo”…y solo se me ocurre una respuesta: dar ejemplo. Tengamos o no tengamos hijos, para cambiar el panorama debemos empezar por cambiar nosotros mismos.
Pidamos ayuda para dejar de fumar cuanto antes (si fumamos). Dejemos sentado al sedentarismo y movámonos lo más a menudo posible. Demos el pecho a nuestros hijos durante seis meses de manera exclusiva y complementemos desde entonces su dieta con alimentos saludables, sin dejar de lado la lactancia, que debería durar todo el tiempo que madre e hijo quieran. Evitemos seguir una dieta insaludable. Y, por último, si tomamos alcohol, recordemos que hay muchas situaciones en las que está contraindicado su consumo (embarazo, conducción, consumo de ciertos fármacos, determinadas enfermedades…) y tengamos presente que, como dice la OMS: cuanto menos alcohol, mejor.
P: Si tuvieses que dar unos breves consejos a unos padres preocupados porque su niño no come bien, y que no se han leído el libro ¿qué les dirías?
R: Lo primero es descartar si el niño sufre anemia o alguna otra patología. Si no es así, y el niño crece feliz y contento les intentaría transmitir confianza en sí mismos y sobre todo les recordaría que el apetito de los niños es mucho menor que el de los adultos, pero también más variable. El Comité de Nutrición de la Academia Americana de Pediatría define al apetito infantil, como sabes, con dos palabras: errático e impredecible. Nadie sabe cuánto tiene que crecer hoy el niño, así que solo su apetito es un marcador válido de las calorías que tiene que tomar.
Si no ponemos a su alcance alimentos insanos (lamentablemente, es la norma), predicamos con el ejemplo y respetamos sus ancestrales mecanismos de hambre y saciedad, seguro que todo irá bien. A dichos padres también les recomendaría dos cosas más: 1) que pegaran una ojeada a este texto, en el que Toni Carpio (periodista) y yo mismo hablamos de la “neofobia alimentaria”: http://goo.gl/43ywdv, y 2) que ya que no se han leído mi libro, se lean “Mi niño no me come”, del pediatra Carlos González: una obra de arte.
P: Se me hace bola está siendo un éxito de ventas, a juzgar por la posición que ocupa en los rankings de varias plataformas de venta de libros. ¿Estás pensando ya en el próximo libro?
R: Estoy, estoy. Le acabo de preguntar a mi editora si ya puedo “desvelar” el nombre del libro y dice que sí, así que mira, estáis de primicia. El título es “Comer y correr” y el subtítulo da pistas sobre nuestras “oscuras” intenciones: “Desmontando los mitos de la alimentación de los runners”. Y digo “nuestras” porque lo escribo junto a un gran amigo, Juanjo Cáceres (www.juanjocaceres.com, @juanjocaceresn).Además de ser un veterano corredor popular, es un prolífico investigador y docente en diversas áreas temáticas de las ciencias humanas y sociales, pero muy especialmente en temas como la alimentación, y, el deporte. O sea, un gusto escribir a su lado.
P: Para acabar, pregunta obligada por mi parte, teniendo a tiro a uno de los mayores expertos del país en temas dietético-nutricionales, ¿cuál es tu opinión profesional acerca de las dietas vegetarianas y veganas?
R: Gracias, pero no soy uno de los mayores expertos del país, te lo aseguro. Es posible que sea uno de los que más horas del día pasa leyendo “papers” de nutrición, eso sí. En cuanto a las dietas vegetariana o vegana, todo dietista-nutricionista sabe que se trata de dos opciones perfectamente compatibles con una buena salud si están bien planificadas…o mejor dicho, si no están mal planificadas (he visitado pacientes vegetarianos que toman 2 litros de coca-cola a diario). De hecho, en el consenso que has citado antes (FESNAD-SEEDO), tras revisar la literatura científica publicada entre el 1 de enero de 1996 y el 31 de enero de 2011 (15 años), emitimos la siguiente recomendación: “El consumo de dietas vegetarianas podría conducir a una menor ganancia de peso con el tiempo en adultos sanos (Recomendación Grado C)”. Como sabes, desde el GREP-AEDN tradujimos, con autorización, el documento de postura de la Asociación Americana de Dietética (actual Academia Americana de Nutición) sobre dietas vegetarianas, como se puede comprobar en este enlace: http://goo.gl/IGDZEE. El documento comienza indicando que “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables y nutricionalmente adecuadas”. Estudios más recientes señalan que se asocian a menos mortalidad: www.pubmed.gov/23836264
Si subrayaría, en cualquier caso, la importancia capital de tomar alimentos enriquecidos con vitamina B12 o suplementos con dicha vitamina, como indica este reciente estudio: www.pubmed.gov/23356638 No hacerlo puede tener consecuencias graves. La dieta vegetariana debe planificarse adecuadamente y vale la pena recibir asesoramiento de dietistas-nutricionistas. Aunque eso también lo podemos aplicar a la dieta omnívora que sigue la inmensa mayoría de la población española: los problemas relacionados con la nutrición en España (como la obesidad, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes, por poner cuatro ejemplos) son una prioridad de salud pública.
Si no te importa, Lucía, me gustaría concluir esta entrevista con una frase de la Organización Mundial de la Salud muy pertinente para motivar no solo a las y los muchos dietistas-nutricionistas presentes o futuros, sino también a la población general con respecto a su propia alimentación: “Mejorar la nutrición podría ser el factor aislado más importante para reducir las enfermedades en la Región Europea de la OMS” (http://goo.gl/NLGQwA). Un abrazo y gracias por todo.
Muchísimas gracias a ti por tu amabilidad y buena disposición, son unas respuestas con mucha miga. Creo que nos hemos quedado todos con ganas de más.
Te deseo mucho éxito con el nuevo libro, ¡se hará larga la espera!
Hasta la próxima Julio, ha sido un placer.