Las fabes verdinas (alubias) es uno de los platos destacados de la gastronomía asturiana, sobre todo en la zona de Llanes, de donde parece que son originarias. Además de Asturias, también se ha extendido su cultivo a Galicia.

Las verdinas se caracterizan por su pequeño tamaño y por ser verdes, ya que se recolectan cuando el grano todavía no ha adquirido el característico color blanco. De hecho, la cosecha es un momento crucial porque hay que recoger las vainas maduras pero todavía verdes para que las semillas también lo estén. Posteriormente, se atan en manojos y se cuelgan en un lugar oscuro y ventilado, con el fin de que mantengan ese color verde y su intenso sabor vegetal. Una vez secas, son “esbilladas”, separadas las fabes de las vainas.

Se siembran en mayo y se recolectan al finalizar el verano. Actualmente su producción no es muy grande.

Preparación

Las verdinas se cuecen fácilmente, quedando enteras. No necesitan remojo. Tienen una piel muy fina y, al ser verdes, tienen un sabor muy delicado, con una textura mantecosa. Aunque se pueden cocinar con carne, se recomienda hacerlo con pescados y mariscos (pulpo, almejas, langostinos, bacalao..), para evitar ocultar su delicioso sabor.

Composición

Contienen proteínas y fibra, así como vitaminas C, A, B12 y varios minerales, como el calcio, el sodio, el fósforo y el magnesio. Su bajo contenido de colesterol hace de ellas un plato muy saludable.

 

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