Es parte imprescindible de los utensilios de cocina. En realidad, por mucho que a todos nos guste acumular utensilios, puestos a elegir, posiblemente una buena cazuela, una sartén en condiciones, un cuchillo bueno y una tabla de cortar sea más que suficiente para la mayoría de recetas.
Pero la tabla ¿mejor de madera o de plástico? Una de esas preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez cuando toca renovar material. No hablamos de comodidad o de diseño, sino de resistencia al paso del tiempo y, sobre todo, de higiene.
Las ventajas aparentes de unas y otras son de sobra conocidas. Las tablas de plástico son más económicas, ligeras y fáciles de limpiar, incluso en el lavavajillas. Las de madera tienen más resistencia al paso del tiempo, y, al ser más pesadas, también suelen resultar más cómodas.

«Tras un concienzudo estudio de la publicación Organic Authority, se llegó a la conclusión de que las tablas de madera son más higiénicas.»

¿Pero qué ocurre si hablamos de bacterias? Según leemos en Organic Authority, en su momento alguien se tomó la molestia de hacer la comparación desde una perspectiva científica y, tras un concienzudo estudio,, llegó a una conclusión que igual a más de uno sorprende: las tablas de madera son más higiénicas.
Pese a los poros de la madera, explican, la estructura de su composición permite que las baterías que puedan llegar a penetrar no vuelvan a la superficie, por lo que el riesgo es menor que en una de plástico, sobre todo si hablamos de tablas que ya tienen un tiempo de uso.
Pero para acabar de asegurarnos, hablamos con Luis Riera, de la empresa SAIA, especializada en consultoría de seguridad alimentaria y del agua. Según explica, en restauración las más usadas suelen ser las de polietileno, pero no por una cuestión de porosidad, sino de colores.
“Al poder se de diferente color se puede separar el tipo de alimento a cortar y, sobre todo, separar alimentos crudos -con más bacterias- y alimentos cocinados, más limpios y listos para el consumo”, explica. Incluso hay un sistema de codificación internacional: tabla roja para carne cruda, amarilla para pollo crudo, verde para vegetales, azul para pescado crudo, marrón para productos cocinados, y blanca para lácteos.
Dentro de las de madera, claro, también hay clases. “De hecho, hoy en día se ha demostrado -apunta- que hay maderas incluso con alguna propiedad antibacteriana, como el bambú, y en sectores como la carne, por un tema de riesgos laborales, se permite madera para cortar huesos porque absorbe mejor el golpe“.
Entonces, ¿con cuál nos quedamos? ¿Hacemos caso al citado estudio o seguimos el ejemplo de lo que ocurre en las cocinas profesionales? Riera nos da una respuesta más concisa para los que anden buscando precisamente eso: una buena tabla de madera tipo bambú e intentar tener dos, una para crudos y otra para cocinados.
Fuente: diario «20 minutos»
Fotografía: «20 minutos»
http://blogs.20minutos.es/la-gulateca/2017/03/09/las-tablas-de-cortar-alimentos-mejor-de-madera-o-de-plastico