A veces es difícil lograr que un chico coma frutas y verduras pero parece que una expresión de alegría ayuda mucho. Si los padres sonríen cuando disfrutan de estos sanos alimentos, resulta mucho más probable que sus hijos se decidan a comerlos, concluyó una nueva investigación.

«Siempre supimos que los padres tienen una influencia muy fuerte sobre lo que comen sus hijos», afirmó Elizabeth Pivonka, de la Fundación Producir para una Mejor Salud (Produce for Better Health Foundation, Estados Unidos). Para la especialista, el nuevo estudio muestra que los padres generan el placer de comer alimentos sanos en sus hijos.

La obesidad es una epidemia a nivel mundial y los más pequeños no escapan a ella. Es importante controlar su peso ya que los chicos y adolescentes obesos tienen un riesgo muy alto de volverse adultos obesos, una condición que aumenta fuertemente el riesgo de que sufran patologías cardiovasculares, accidentes cardiovasculares, artritis, depresión y diabetes tipo 2.

SONRISA Y ELECCIÓN

Un estudio previo halló que cuando los padres comen muchas frutas y verduras sus hijos tienden a incorporar este buen hábito. La nueva investigación confirmó estos resultados y agregó que los chicos que ven a sus padres sonreír al comer un alimento particular eligen esta comida con mucha mayor frecuencia.
A su vez, si los jovencitos rechazan una comida pero ven que sus padres sonríen al elegirla entonces estarán más abiertos a darle una nueva chance a dicho manjar. Por el contrario, la cara de asco frente a un alimento específico hace que los chicos lo rechacen más fácilmente.

CONSEJOS PARA LOS PADRES

Los especialistas recomendaron que los padres hagan comentarios amables sobre las comidas sanas, resaltando por ejemplo su color y sabor. Por el contrario, no conviene prohibirles alimentos ya que igualmente los chicos tendrán acceso a ellos. Es mejor explicarles las ventajas de la alimentación sana y permitirles que disfruten de helados, chocolates o tortas de vez en cuando.
Además, dar un buen ejemplo es clave ya que si los padres quieren que sus hijos hagan actividad física y coman bien deben ellos comportarse de esa manera. También es una buena idea que los chicos cocinen desde muy pequeños ya que estarán más interesados en comer lo que ellos mismos prepararon.

Pivonka advirtió que los padres pueden modelar los gustos de sus hijos pero no deben mandar mensajes contradictorios. «Los padres no tienen que insistir en que coman el desayuno pero ellos mismos salteárselo, o decirles que se alimenten con vegetales y luego ellos dejarlos de lado», aseguró.
Fuente: Neomundo
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