No sólo son un manjar y una fuente de nutrientes, sino que su captura atrae a cada vez más pescadores deportivos, dada su abundancia en zonas como la ría de Vigo. Son las luras o calamares de ría, científicamente loligo vulgaris.

 

Sus grandes ojos le sirven para ver en condiciones de muy baja luminosidad, y sus diez tentáculos, dos de ellos de gran longitud, le sirven para capturar a sus presas. Su boca, en forma de pico, le permite atravesar el caparazón de sus capturas.

 

Pueden expulsar tinta para defenderse ante los ataques, y tienen todo el poderoso arsenal de ataque y defensa que les proporciona su maravillosa capacidad de camuflarse. La lura es un prodigio de la naturaleza.

 

Normalmente alcanza un máximo de 50 centímetros de longitud y un peso de unos 2 kilogramos. Las aletas ocupan unos 2/3 del manto. Su consumo aporta muchas proteínas, vitaminas y minerales, con alto contenido en cobre.

 

Gastronómicamente, no tiene nada que ver con el calamar congelado que se compra habitualmente, o con el procedente del Índico. Tiene un aroma intenso y una textura realmente fina. Capturados con potera, uno a uno, Galicia aporta el 10% del calamar consumido en fresco en España.

 

Las luras guisadas con patatas son uno de los platos más populares y suculentas. La calidad del calamar fresco y de las patatas gallegas es una combinación infalible. En internet abundan las recetas. Otras formas de consumo, además de las tradicionales plancha y romana, son en empanada, encebollados y en su tinta.

 

© Cuídate y come sano, GB Corporación 2021 Aviso Legal