Con la entrada del verano y la llegada del calor nuestra dieta debe variar ya que consumimos menos energía, por lo que debe ser menos calórica. Es importante que la alimentación tenga un alto contenido en líquidos y sea rica en antioxidantes para compensar los efectos de la intensa radiación solar y nos ayude así a reducir la temperatura corporal. Agua, vitaminas, minerales y fibra no pueden faltar para ayudarnos a depurar nuestro organismo. Precisamente las frutas y verduras de temporada garantizan una adecuada hidratación.

«El verano supone muchas veces perder las buenas costumbres, los hábitos saludables: trasnochar, consumir alcohol, levantarse tarde y no desayunar, lo que lleva a una alimentación descuidada.»

Es recomendable una dieta variada, con alimentos saludables y ligeros, que apenas haya que cocinar y se puedan servir fríos, con raciones no excesivas. Debe de haber frutas y vegetales de temporada, lácteos, huevos, pescado, preparado a la plancha y al horno, cereales, pasta, pan y legumbres, también en ensalada. Sopas y cremas frías también refrescan e hidratan y tienen un  alto contenido en fibra y bajo en calorías. La carne tiene que estar en menor medida, mejor magra, y hay que reducir los alimentos con exceso de grasa y fritos, que hacen mas lenta la digestión. Y de postre la fruta de temporada es la mejor elección y los helados si son caseros mejor.

Consejos:

  • Beber 2 litros de agua al día y no solo durante las comidas sino sobre todo en las horas de más calor. A pequeños sorbos, el organismo se hidrata mejor.
  • Evitar las bebidas alcohólicas que nos deshidratan y las azucaradas que contienen muchas calorías y nos dan más sed. El té frío, los zumos sin azúcar y las limonadas caseras son más aconsejables.
  • Realizar 4 ó 5 comidas al día con unos horarios ordenados para evitar llegar con demasiada hambre a la comida siguiente y, sobre todo, no picar entre horas. Las cenas deben de ser ligeras para tener un buen descanso
  • La verduras y hortalizas de temporada deben formar parte de la dieta veraniega.
  • Los guisos sencillos son la mejor manera de cocinar en verano.
  • No abusar de las cantidades y evitar las salsas y sus calorías innecesarias.
  • Extremar la higiene en la cocina y lavar bien frutas y hortalizas para evitar las intoxicaciones alimentarias.
  • Hay que tener precaución con los alimentos conservados y refrigerados, carnes, pescados y marisco, para evitar infecciones alimentarias.
  • Tampoco hay que olvidar hacer ejercicio para completar una dieta saludable y equilibrada, el verano es cuando más tiempo libre tenemos.

 
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