No siempre la consumimos todo lo rápido que nos gustaría, así que conocer la forma de conservarlas es importante.

El calor hace que las frutas se estropeen y empiecen a dar olor antes. A esto hay que sumarle que es precisamente en verano cuando compramos mayores cantidades por el alto aporte en líquidos que nos proporcionan, cercano a un 85% de su peso fresco.

Además el consumo de frutas no supone demasiadas calorías, tienen un alto aporte en fibra y salvo casos puntuales no tienen grasas saturadas. Son también una importante fuente de energía por su alto contenido en hidratos de carbono, ricas en vitaminas, sales minerales, antioxidantes o potasio.

Sin embargo no siempre las consumimos todo lo rápido que nos gustaría, así que conocer la forma de conservarlas para que nos aguanten más tiempo en el mejor estado posible, es importante.

 

CONSERVACIÓN

En primer lugar, si la fruta que has comprado está muy verde, déjala en la despensa para que madure ligeramente. Te en cuenta que hay determinadas frutas como naranjas, limones o plátanos que no llevan bien el frío, así que en estos casos no las guardes en el frigorífico.

En cualquier caso no siempre es necesaria la nevera. Las frutas tropicales por ejemplo están acostumbradas al calor con lo que es mejor conservarlas a temperatura ambiente.

Una vez que la fruta haya logrado su punto -ni verde ni pasada- puedes introducirla en la nevera, eso sí en los cajones reservados para ella que por lo general son menos fríos. Mejor también si las introduces dentro de la misma bolsa de plástico que te han dado en la frutería pero perforada para que pueda respirar y no se pudra por el exceso de humedad.

Hay excepciones como las fresas y fresones que se pudren con facilidad con lo que en este caso es mejor cubrirlas de film transparente y ponerlas en la balda más fría de la nevera.

Muchas veces caemos en el error de lavar la fruta cuando la traemos del supermercado. Es algo a evitar ya que lo único que conseguiremos es que se estropee antes. Mejor lavarla cuando la vayamos a consumir.

Además trata de no juntar fruta y verdura, ya que la fruta emite un gas que puede corromper la verdura.

Si eres de los que prefieren no usar la nevera, tienes la opción de ponerlas cerca de una corriente de aire, lejos de zonas húmedas, cosa que no siempre es sencilla.

 

FRUTAS YA CORTADAS

Es frecuente que guardemos el melón y la sandía ya cortados en trozos en la nevera. En estos casos procura conservarlos en un tupper de cristal o de pirex con cierre hermético y si no te importa el sabor, puedes rociarlas con un poco de zumo de limón para evitar que se oxiden. Si no te gusta el limón puedes sustituírlo por un poco de vinagre blanco o de manzana, siempre teniendo en cuenta que cambiará un poco el sabor.

Habrás visto que en la sección de congelados de muchos supermercados se venden bolsas de frutos rojos. Esto quiere decir que hay frutas que se pueden congelar.

Y si llegas tarde y la fruta ya está demasiado madura, la puedes aprovechar en batidos. Solo tienes que cortarla en trozos e introducirla en el vaso de la batidora junto con un yogur y un chorro de leche. No hace falta añadir azúcar, con la de la propia fruta es suficiente. Luego solo te queda batir y listo. Eso sí ten en cuenta que debes prepararlo poco antes de consumirlo porque se oxida con facilidad.

Y ahora con el calor del verano también puedes hacerte unos polos con ella. Tritura la fruta, introduce el zumo en moldes y al congelador. En un par de horas podrás darte un gustazo.

 

 

Fuente: Cope

https://www.cope.es/actualidad/vivir/noticias/como-conservar-fruta-para-que-dure-mas-20210609_1332324