Los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías pueden desempeñar «un papel útil y valioso para conseguir la reducción de azúcares y calorías, con beneficios asociados para la salud que no pueden ignorarse». Pero se deben utilizar en lugar de azúcar, y en el contexto de llevar una alimentación y un estilo de vida saludables, según una revisión publicada en la revista ‘Nutrition Research Reviews’.

En su trabajo, los investigadores aclaran que el beneficio de usar este tipo de edulcorantes dependerá de la cantidad de azúcares sustituidos en la dieta, así como de la calidad general de la alimentación.

«Los investigadores aclaran que el beneficio de usar este tipo de edulcorantes dependerá de la cantidad de azúcares sustituidos en la dieta.»

En cualquier caso, puntualizan que «no puede esperarse que el uso de edulcorantes bajos en calorías suponga por sí solo una solución milagrosa para perder peso».

Entre otros aspectos, esta nueva publicación prueba que este tipo de edulcorantes son «seguros«: «todos ellos han pasado por un amplio proceso de evaluación de seguridad por parte de autoridades de seguridad alimentaria de todo el mundo antes de que se apruebe su uso en el mercado», defienden.

Además, insisten en que «carecen de efecto adverso» sobre la regulación de la glucosa en sangre en personas con y sin diabetes e inducen un menor aumento de la glucosa en sangre en comparación con el azúcar.

«Por tanto, pueden desempeñar un papel en el control dietético de la diabetes si se utilizan como sustitutos de los azúcares», argumentan.

«Los edulcorantes pueden formar parte de las estrategias para reducir la ingesta de azúcares, en línea con recomendaciones orientadas a reducir el riesgo y la prevalencia de la obesidad.»

«Pueden ayudar a reducir la ingesta calórica total y aportar, a la vez, el deseado sabor dulce, si se utilizan en lugar de azúcar para reducir la densidad energética de alimentos y bebidas».

«Y pueden formar parte de las estrategias a tener en cuenta para reducir la ingesta de azúcares, en línea con recomendaciones de salud pública de todo el mundo orientadas a reducir el riesgo y la prevalencia de la obesidad, un importante problema de salud pública», añaden.

Tras discutir las prioridades en investigación, y en línea con otros consensos de expertos publicados recientemente, el panel de expertos coincidió en que futuras investigaciones deberían incluir estudios bien diseñados y de alta calidad en humanos para confirmar los beneficios a largo plazo de los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías.

Además, el informe indicaba la necesidad de estudios que modelen el impacto de estos edulcorantes sobre la reducción de azúcares y la calidad de la alimentación.

«Los edulcorantes se deben utilizar en lugar de azúcar, y en el contexto de llevar una alimentación y un estilo de vida saludables (Nutrition Research Reviews)»

«El consenso de los expertos es que el considerable conjunto de pruebas en torno a la seguridad y el papel de los edulcorantes bajos en calorías para ayudar a las personas a reducir su ingesta de azúcares y calorías, una importante prioridad de salud pública, debería comunicarse de forma consistente», explica la autora principal del estudio, la doctora Margaret Ashwell.

Con respecto a las acciones sugeridas, el grupo de expertos ha reivindicado la importancia de estrategias eficaces de comunicación para informar a los consumidores, así como a ONG, profesionales de la salud, organismos que financian investigación, y la industria de alimentos y bebidas.

Fuente: econoticias.com

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